La pintura idealmente es luz y la luz puede traducirse en materia; al mismo tiempo, la materia de la pintura nos da cuenta del propio peso y función histórica de la pintura. En las "técnicas ortodoxas" los soportes, medios y pigmentos son elaborados dispuestos a partir de las necesidades de eficiencia, efecto y de representación mimética antes de la invención de la fotografía. Las bases de color quebrado y oscuro, características de la técnica veneciana, posibilitan la integración de los objetos modelados con pútrido--una mezcla de blanco de plomo, aceite y yema de huevo--; posteriormente se dará carácter a las figuras con el color a base numerosas capas transparentes de pigmentos puros o veladuras y el rescate de la luz con el mismo pútrido y al final, un detallado de efectos a base de color mezclado directamente en la paleta.
En el caso de la presente muestra, algunas veces se sustituyen los materiales antiguos por modernos; así, el polímero remplaza al aceite de linaza y los blancos de titanio y zinc son alternativa menos tóxica al vetado blanco de plomo. Las imágenes representadas son extraídas de ese común imaginario posmoderno, han sido también una ventana al pasado en cuanto a la técnica y una puerta hacia la práctica pictórica compleja, humilde y desinteresada.
P.G.S.